La pintura acrílica, una pintura de secado rápido a base de agua, se puede disolver con agua limpia del grifo o alcohol. El acrílico es soluble en alcohol, que puede ser alcohol desnaturalizado o alcohol isopropílico.
El agua es un solvente no tóxico que se puede usar de manera efectiva para limpiar derrames de pintura fresca. Su efectividad se ve aumentada con la adición de una pequeña cantidad de jabón suave no detergente. La pintura acrílica seca, sin embargo, es resistente al agua. Una vez seca, la pintura acrílica se debe remojar en agua tibia para ablandar la pintura endurecida y luego se retira con alcohol. La pintura a base de aceite requiere solventes mucho más fuertes, como la aguarrás o los alcoholes minerales, que la pintura acrílica.