El poliéster tiende a ser un tejido económico, ya que proviene de fuentes artificiales en lugar de naturales. Por lo tanto, sus componentes no están sujetos a los extremos de la naturaleza, como la sequía o las tormentas. El poliéster es duradero y se estira, lo que hace que sea difícil de rasgar. No se encoge ni se arruga fácilmente. Por otro lado, el material tiende a ser brillante, lo que no siempre es una característica deseada. Quitar las manchas suele ser difícil.
El tejido de poliéster es reciclable. Durante este proceso, se requiere poca agua y los productos químicos tóxicos utilizados se reciclan nuevamente en el sistema. La tela re-fabricada tiene la misma calidad que el material original.
El color del poliéster no se desvanece rápidamente con el sol. La tela es fácil de teñir. Debido a que no es una sustancia orgánica, es resistente al moho. El poliéster también resiste la contracción, por lo que mantiene bien su forma. Muchos, aunque no todos, los tipos de poliéster son lavables a máquina.
Uno de los mayores inconvenientes del poliéster es que no respira. La transpiración y el calor quedan atrapados junto a la piel. Los portadores a menudo se sienten pegajosos y húmedos en climas húmedos. El poliéster a menudo se considera menos cómodo que los tejidos naturales.
El tejido de poliéster viene en varias variaciones, incluyendo tejidos de punto y jerseys. Algunos fabricantes crean material de poliéster que se parece al algodón o la seda.