La ventaja principal de un teclado ergonómico es que le permite al usuario mantener una posición más natural de la mano y el brazo que las exigidas por un teclado tradicional, lo que reduce el potencial de lesiones por estrés repetitivo. Hay muchos tipos diferentes de teclados ergonómicos, y cada diseño ofrece ventajas particulares para aliviar o prevenir enfermedades como el síndrome del túnel carpiano.
Uno de los tipos más comunes de teclado ergonómico es el teclado dividido. Este diseño separa el diseño tradicional QWERTY en el medio, inclinando cada sección en ángulo. El uso de un teclado tradicional obliga al mecanógrafo a tirar de las manos hacia adentro y doblar las muñecas para que coincidan con el ángulo de las teclas, mientras que este diseño ergonómico mantiene las muñecas rectas y ofrece un ángulo mucho más natural para los brazos.
Los teclados ergonómicos también incluyen con frecuencia reposamuñecas para mantener una buena posición vertical de la mano y dispositivos de señalización alternativos, como almohadillas táctiles, para reducir la necesidad del usuario de ampliar su alcance para operar un mouse.
Otro diseño ergonómico es el teclado contorneado, que coloca las teclas en dos depresiones en el ancho de los hombros para que el usuario pueda mantener ambos brazos perpendiculares al cuerpo. Otro diseño monta las teclas verticalmente, lo que permite al usuario escribir con sus manos en una posición vertical con el pulgar hacia arriba para evitar la rotación de la muñeca.
