Las llamadas telefónicas y los mensajes de texto de una persona pueden ser rastreados usando la tecnología de un teléfono móvil espía. El software está instalado en el teléfono móvil y le permite a uno iniciar sesión en un sitio web para ingresar el número de teléfono móvil de la persona. Desde allí, una persona puede escuchar las llamadas telefónicas entrantes y salientes de la persona.
Del mismo modo, cuando alguien recibe o envía mensajes, estos se envían a un tercero. Además, el software se puede utilizar para localizar el paradero de una persona sin que él lo sepa. Utiliza la popular tecnología GPS y revela la ubicación de la persona en una página web de mapas satelitales. Un software más avanzado puede iniciar la función de grabación de un teléfono celular inactivo. De esta manera, registra las conversaciones verbales de la persona con otras personas y las envía a una computadora central. Las grabaciones se recuperan y escuchan. Esta tecnología puede ser utilizada por los padres que desean mantener a sus hijos bajo control constante. Las parejas casadas también pueden hacer esto en la búsqueda de atrapar a un cónyuge infiel. Además, los detectives pueden colocar errores en el teléfono o la computadora de un sospechoso para rastrear sus actividades. La práctica puede ser ilegal en algunas jurisdicciones, en cuyo caso se debe contactar primero a un abogado antes de que se plante un error.