Los usos para la impresión 3D incluyen la creación de órganos artificiales, prótesis, modelos arquitectónicos, juguetes, barras de chocolate, guitarras y partes para vehículos motorizados y motores de cohetes. Para hacer un objeto, una impresora 3D se refiere a un modelo en un archivo digital y aplica capas de material, como plástico o chocolate, hasta que el objeto se complete.
Una de las aplicaciones más útiles de la impresión 3D es generar órganos artificiales. Según Amit Chowdhry, de Forbes, los médicos pueden crear un andamio de un órgano, como un riñón, utilizando una impresora 3D. El andamio está recubierto con células del paciente antes de que un cirujano implante el órgano en el cuerpo del paciente. La tecnología podría salvar a las personas de esperar a los donantes antes de que puedan reemplazar un órgano defectuoso.
Los fabricantes utilizan impresoras 3D para crear prototipos de sus productos. Por ejemplo, las compañías automotrices pueden hacer prototipos de partes de automóviles, como mandos de cambios, ventiladores y consolas de piso, y usarlos para probar y afinar vehículos. Stuart Dredge, de The Guardian, afirma que Honda incluso ha fabricado autos completos con impresoras 3D, pero los autos no son manejables.
Algunas impresoras 3D están diseñadas para usar ingredientes comestibles como el azúcar y la manteca de cacao para hacer alimentos, como el chocolate en forma de esferas en cajas de lados abiertos.