Algunos símbolos de la inmortalidad son el ankh en la mitología egipcia y la cruz y el pavo real en el cristianismo. Otros símbolos son los ouroboros en varios mitos, el fénix en el cristianismo y las leyendas de todo el mundo.
Los símbolos como el ankh y el pavo real son exclusivos de contextos culturales específicos, mientras que otros como el ouroboros y el fénix son reconocibles universalmente. El ouroboros, por ejemplo, es un antiguo símbolo de una serpiente o dragón en un círculo que se come su propia cola. Normalmente rodea a las deidades y simboliza tanto la creación como la destrucción al recrearse constantemente a sí misma. Además de la mitología, también aparece en textos alquímicos y gnósticos y en psicología junguiana. El filósofo griego Platón declaró que representa el universo como una entidad.
Un símbolo en muchas culturas, el ave fénix es un ave solar de larga vida que periódicamente crea un fuego para morir y renacer de las cenizas. Los textos indican que puede vivir desde 500 hasta más de 1,400 años antes del renacimiento. Su origen está en la literatura y la poesía de los antiguos griegos y los primeros cristianos que adoptaron el tema. Hay varias interpretaciones culturales, pero las similitudes incluyen que el ave siempre tiene plumas ardientes de amarillo, naranja, rojo y oro y siempre resucita de su propia muerte.