Bluetooth y Wi-Fi se diferencian principalmente en la velocidad, el alcance y la aplicación deseada. Bluetooth se usa para conectar dispositivos entre sí, y Wi-Fi se usa para conectar dispositivos a redes.
Muchos dispositivos tienen tecnología Bluetooth incorporada, y se necesita muy poca configuración para que se conecten. Bluetooth se usa comúnmente para conectar periféricos de forma inalámbrica, como teclados, mouse e impresoras, a computadoras portátiles o tabletas. Bluetooth también se puede usar para transferir datos, como imágenes, desde un teléfono inteligente o para conectar un auricular inalámbrico a una computadora para realizar llamadas de voz. En comparación con el Wi-Fi, las conexiones Bluetooth son más lentas y su alcance es mucho más corto.
A diferencia de Bluetooth, en el que los dispositivos se conectan directamente entre sí, la tecnología Wi-Fi conecta dispositivos inalámbricos a una red a través de un punto de acceso. Una vez que se unen a la red, los dispositivos habilitados para Wi-Fi pueden compartir archivos e impresoras como si estuvieran conectados a través de un cable. Wi-Fi se utiliza a menudo para conectarse a Internet. Muchos lugares, como cafeterías y bibliotecas, ofrecen acceso gratuito a Wi-Fi para este fin.
La velocidad, el alcance y los requisitos de seguridad de Wi-Fi son mucho mayores que los de Bluetooth. La configuración tanto del punto de acceso como del dispositivo inalámbrico es necesaria antes de que se pueda establecer una conexión exitosa.