Un deporte es una disciplina atlética con un conjunto definido de reglas en las que los atletas entrenan y ocasionalmente compiten, mientras que un juego es una competencia entre dos o más equipos con un objetivo bien definido y un conjunto de reglas que se aplican para alcanzar el objetivo. En pocas palabras, los deportes son la gran disciplina y las famas son las competiciones que tienen lugar dentro de los deportes.
El fútbol, por ejemplo, es un deporte. Un partido de fútbol es un juego jugado dentro del deporte del fútbol. Los jugadores entrenan en un deporte y compiten en un juego. Los juegos tampoco son necesariamente orientados al deporte. Los juegos de mesa y de cartas son un buen ejemplo de esto. Dado que los jugadores compiten por un objetivo común de acuerdo con un conjunto de reglas predefinidas, se clasifican como juegos. Sin embargo, las personas no entrenan en juegos de mesa o de cartas, por lo que no se clasifican como deportes. En los últimos años, la popularidad de las actividades atléticas que no involucran ningún tipo de juego, como las porristas, ha generado mucho debate sobre qué constituye un deporte y si los juegos son un elemento necesario de los deportes. El disenso está en la interpretación de la competición. Aunque algunas personas los consideran sinónimos, otros argumentan que si los partidos o encuentros cara a cara no están involucrados, una actividad, independientemente del nivel de atletismo requerido para hacerlo, no es técnicamente un deporte.