Es mejor solucionar los problemas de una lavadora comenzando primero por las cosas más simples, y luego pasar a problemas más problemáticos. En ese momento, el propietario puede decidir si la reparación se puede hacer en casa o si se necesita ayuda profesional.
Lo primero que hay que comprobar es el poder. El enchufe, el cable, el tomacorriente y el tomacorriente de pared deben revisarse primero, y luego los fusibles y los interruptores automáticos. Si ninguno de estos parece ser el culpable, el siguiente paso es pasar al suministro de agua. Las mangueras y las perillas que alimentan una lavadora se pueden doblar o mover fácilmente, por lo que asegurarse de que estas cosas estén en el lugar correcto puede ayudar a descubrir qué es lo que está mal. Si la máquina tiene un botón de ahorro de agua, esto también debe revisarse para asegurarse de que esté en la posición correcta.
Si esas cosas no funcionan, limpiar la máquina adecuadamente puede ayudar a resolver problemas. Una forma de hacerlo es llenar la lavadora con agua, pero sin ropa, luego agregue 1/2 taza de bicarbonato de sodio o 3 tazas de vinagre blanco. El ciclo se puede ejecutar y completar, dejando la máquina limpia, pero es una buena idea ejecutar un ciclo vacío solo para asegurarse de que se enjuague bien. Si la máquina sigue teniendo problemas, el siguiente paso es llamar a un técnico de reparación, ya que la lavadora debe abrirse.