Antes de que se sequen las semillas de papaya, enjuáguelas para eliminar todas las frutas y residuos de frutas. Una vez que las semillas estén limpias, colóquelas al sol para secarlas, preferiblemente con poca humedad. Revuelva las semillas ocasionalmente para exponer la humedad y asegúrese de que todas las semillas se sequen. Este proceso puede tardar unos días.
Las semillas de papaya son altas en grasas buenas, proteínas y calcio, y tienen un sabor picante cuando están crudas. Una vez que se secan, las semillas de papaya se pueden moler en un condimento de pimienta en polvo.En la región de Asia y el Pacífico, las semillas de papaya se comen para prevenir los parásitos, para ayudar con la digestión y por sus propiedades antibacterianas.