Si la secadora eléctrica no se calienta y no gira, es posible que se haya fundido un fusible o que la conexión eléctrica esté defectuosa, mientras que si gira pero no seca la ropa, el problema puede estar elemento de calefacción o ventiladores. La ventilación inadecuada también puede causar problemas.
El primer paso para solucionar los problemas de la secadora es asegurarse de que esté conectado correctamente. Si la unidad está enchufada pero no se enciende, se debe reemplazar uno de los fusibles eléctricos. Los secadores más nuevos generalmente tienen fusibles térmicos que evitan que el secador se sobrecaliente. Reemplazar los fusibles es bastante simple, aunque un segundo fusible roto puede indicar que la secadora necesita una inspección profesional.
Si la secadora gira, es importante determinar si la unidad no está produciendo calor o si no está soplando aire caliente en el tambor. Si los lados de la secadora se mantienen fríos después de funcionar por unos minutos, es probable que el problema con el elemento calefactor. La inspección visual del elemento calefactor puede revelar grietas. Si el elemento parece intacto, puede ser mejor contratar a un experto para determinar si el elemento calefactor u otros componentes eléctricos son los culpables.
Si la unidad se calienta pero la ropa se mantiene fría y húmeda, es probable que el ventilador o su motor hayan fallado. Determinar con precisión lo que ha fallado con el ventilador y su motor puede requerir la ayuda de un experto, pero vale la pena limpiar el ventilador para determinar si está obstruido primero.