Para limpiar una chimenea, use un cepillo para fregar el interior de la chimenea que comienza en el techo, y frote la compuerta, la caja de fuego y la tapa de la chimenea antes de usar la chimenea. La limpieza de la chimenea puede requerir varias horas.
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Proteja el área circundante
Coloque un paño alrededor de la abertura de la chimenea para proteger el interior de su hogar de las cenizas y los escombros. Cubra los muebles y pisos cercanos con paños adicionales o una sábana vieja según sea necesario.
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Limpie la chimenea
Abra la compuerta y retire la tapa de la parte superior de la chimenea. Use un cepillo de chimenea que encaje perfectamente en la chimenea para fregar el interior de la chimenea, comenzando desde la parte superior y trabajando hacia abajo. Agregue postes adicionales al cepillo de la chimenea hasta que sea lo suficientemente largo para alcanzar el amortiguador, y comience a limpiar moviendo el cepillo hacia arriba y hacia abajo a lo largo de la chimenea. Use una linterna para determinar cuándo está limpia la chimenea.
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Limpie el amortiguador y la tapa de la chimenea
Use un cepillo de fregado firme para limpiar la tapa de la chimenea y reemplácela. Limpie el amortiguador y la cámara de combustión con el cepillo de fregar.
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Aspire el área
Quite el paño de la gota y aspire el área para eliminar cualquier residuo que pueda haber caído al limpiar la chimenea.