Una combinación de aspiración, vapor, bicarbonato de sodio y desinfectante en aerosol puede matar la mayoría de los gérmenes y eliminar el polvo y la suciedad que se esconden dentro de la tela de tapicería. En muchos casos, los tres primeros remedios funcionan bien como desinfectante es una exageración para la limpieza diaria.
La tapicería es un imán para el polvo, las bacterias y los gérmenes, pero afortunadamente no es difícil de limpiar. La mayoría de las sillas y colchones se pueden desinfectar mediante los siguientes pasos:
- Aspire la tela a fondo para eliminar el polvo y la suciedad sueltos. Esto también eliminará algunos gérmenes y ácaros. Utilice el accesorio de tapicería para facilitar el acceso.
- Use un limpiador a vapor para vaporizar suavemente la tela. El calor mata un poco de bacterias y ácaros del polvo.
- Espolvoree la tela con una mezcla compuesta de una parte de bicarbonato de sodio y una parte de maicena. Mezclar en unas gotas de aceite de árbol de té. El bicarbonato de sodio y la maicena absorben la suciedad y el aceite adicionales y ayudan a que la tela huela fresca. El aceite del árbol del té ayuda a desinfectar la tela. Deje que la mezcla se asiente sobre la tela y luego aspírela nuevamente.
Repita el proceso anterior cada pocos meses para mantener la tapicería limpia y fresca. Aunque este proceso mata a la mayoría de los ácaros y gérmenes, no lo mata todo. Por lo tanto, puede ser útil rociar la tela con un desinfectante en aerosol una vez al año. Evite usarlo con demasiada frecuencia, ya que el uso excesivo y el mal uso de desinfectantes están relacionados con el aumento de las superbacterias.