Limpie el plexiglás o el plexiglás eligiendo una solución de limpieza, frotando el área con un trapo, enjuagando el plexiglás y limpiando los rasguños. Necesita un tampón, un limpiador no abrasivo, dos paños limpios y agua.
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Evalúe el nivel de suciedad del área
Inspeccione los niveles de suciedad en el plexiglás para determinar qué usar para la limpieza. Un poco de polvo solo requiere agua, mientras que las capas más gruesas de la suciedad requieren un limpiador.
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Evite ciertos limpiadores
Evite usar limpiadores que contengan abrasivos, solventes o amoníaco. Por ejemplo, no utilice limpiadores de cristales tradicionales, acetona, halógenos o cetonas.
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Humedezca el paño
Obtenga un paño no abrasivo para limpiarlo. Mójalo con el agua.
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Agregue el limpiador
Coloque un poco de limpiador en una pequeña porción del paño húmedo.
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Frote el plexiglás
Friegue el plexiglás con la parte del paño que contiene la solución de limpieza. Mientras friega, gire el paño hacia un lado limpio y agregue más solución.
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Escurra el paño
Escurre el paño y agregue más limpiador según sea necesario. Continúa este proceso hasta que toda el área esté limpia.
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Enjuague el área
Empape un paño nuevo en agua limpia. Enjuague el plexiglás con el paño hasta que desaparezca todo el residuo de limpieza.
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Eliminar los arañazos
Eliminar los arañazos utilizando un búfer.