Para limpiar las llantas de aleación manchadas, enjuáguelas, frótelas con una esponja húmeda, lávelas con una solución limpiadora de llantas de aleación, y enjuáguelas y séquelas. Para las manchas más difíciles, use vinagre, jugo de limón o papel de aluminio empapado en cola. Después de la limpieza, aplique una cera de aleación para su protección.
Comience por enjuagar las llantas de aleación con una poderosa manguera rociadora para lavar el polvo del freno y otros residuos, y frote las ruedas con una esponja húmeda para eliminar la suciedad restante. Empape una esponja en una solución de limpieza de llantas de aleación antes de fregar las ruedas, de acuerdo con las instrucciones del paquete, teniendo cuidado de no restregar demasiado. Limpie las áreas de difícil acceso con un cepillo de dientes viejo y enjuague las ruedas nuevamente. Si queda alguna mancha después de este proceso, pueden ser necesarias otras medidas.
Para eliminar las manchas de grasa, limpie las llantas de aleación con vinagre blanco o de sidra. Elimine las manchas de óxido lijando la rueda con papel de aluminio empapado en cola. Si la aleación está desafilada, recupere su brillo cubriendo la superficie con jugo de limón y enjuagándola 10 minutos después. También puede usar un limpiador específico para manchas para eliminar las manchas de aceite, silicona, adhesivo y otros materiales. Aplicar cera para evitar futuras manchas.