Para una puerta frontal a prueba de huracanes, instale una puerta de metal, fibra de vidrio o madera maciza y asegúrese de que las bisagras, los tornillos y la jamba de la puerta estén en buen estado. Instale contraventanas para cubrir la abertura de la puerta.
Las puertas delanteras son susceptibles al viento, las fuertes lluvias y los escombros que vuelan durante un huracán. Para asegurarse de que una puerta permanezca segura durante una gran tormenta, ejecute los siguientes pasos.
- Inspeccione la puerta
- Reemplaza la puerta
- Agregar bisagras
- Asegure las bisagras, el cerrojo y la jamba
- Instalar persianas
Inspeccione cuidadosamente la puerta, los herrajes de la puerta y la jamba de la puerta. Asegúrese de que la puerta esté hecha de un material que pueda soportar mucha presión, como madera maciza, metal o fibra de vidrio. Verifique el cerrojo y su placa de fijación para asegurarse de que estén bien asegurados en la puerta y que no se haya roto nada del material que los rodea. Asegúrese de que haya tres bisagras en la puerta y de que estén bien atornilladas en la puerta y la jamba. Asegúrese de que la jamba esté bien sujeta a la pared.
Si la puerta está hecha de un material más débil, como paneles de madera, reemplácela por una puerta más resistente.
Si la puerta solo tiene dos bisagras, agregue una bisagra adicional.
Si las bisagras, el cerrojo o la jamba están flojos, asegúrelos con tornillos nuevos. Si la jamba está rajada, reemplace las piezas agrietadas.
Instale contraventanas no porosas para cubrir la puerta en caso de tormenta. Asegúrese de que el obturador cubre toda la entrada.