Un micrófono inalámbrico funciona utilizando un transmisor inalámbrico, que se incorpora al micrófono o se conecta a un transmisor de cuerpo. El transmisor inalámbrico a batería incluye una antena para transmitir sonidos. Otro dispositivo esencial que hace funcionar un micrófono inalámbrico es un receptor inalámbrico, que se ajusta a la longitud de onda electromagnética del transmisor, generalmente de muy alta frecuencia o ultra alta frecuencia. El receptor se conecta a un auricular de sistema cerrado u otro dispositivo de salida.
Un micrófono inalámbrico de mano requiere que una persona sostenga el micrófono y produce diferentes niveles de volumen dependiendo de la distancia desde la fuente de sonido. Algunos micrófonos inalámbricos portátiles vienen con transmisores integrados y funcionan hasta 300 pies.
En comparación, los micrófonos inalámbricos de manos libres, como los micrófonos de solapa, cuello y diadema, se pueden usar con más flexibilidad. Estos micrófonos son adecuados para personas que desean usar sus manos mientras hablan. Por ejemplo, las personas que usan proyectores, computadoras u otros equipos multimedia mientras hablan durante las presentaciones se benefician del uso de micrófonos inalámbricos de manos libres.
El tipo de antena en un receptor y la longitud de onda de la señal son factores importantes que afectan la calidad de la transmisión. Las señales de radio de muy alta frecuencia son generalmente menos costosas, ya que requieren solo una antena en lugar de antenas de diversidad. Las señales de radio de frecuencia ultra alta proporcionan una mejor calidad de transmisión, permiten el funcionamiento simultáneo de los sistemas y funcionan bien con receptores de diversidad.