Cuide la bañera de hierro fundido enjuagando las superficies después de cada uso y frótelas con un paño suave. Evite el uso de materiales abrasivos o ácidos, como el vinagre blanco, siempre que sea posible. Grabar la superficie y opacar el brillo. Si la bañera tiene una superficie antideslizante en la parte inferior, límpiela con un cepillo suave de nailon.
Las tinas de hierro fundido tienen un acabado de porcelana que la fábrica hornea sobre el metal. Es duradero, pero está sujeto a astillas, grietas y desgaste con el tiempo. Elegir el tipo incorrecto de productos de limpieza acelera el desgaste.
Limpie la tina semanalmente con una solución de detergente para lavar platos con grasa en agua caliente. Aplique la solución con un paño suave o una esponja, y frote la superficie, prestando mucha atención a cualquier anillo de bañera. Enjuague y seque la tina después de limpiarla.
Si se muda a una casa nueva con una tina sucia de hierro fundido que requiere una limpieza profunda, mezcle 1/4 taza de bicarbonato de sodio y 1/4 taza de amoníaco en un cubo de agua tibia para limpiar la porcelana. El amoníaco es un eficaz cortador de grasas, y el bicarbonato de sodio brinda un ligero poder abrasivo sin rayar la porcelana. Después de enjuagar, seque la tina con una toalla suave para evitar la formación de una película blanca del bicarbonato de sodio.