¿Son seguros los calentadores de garaje?

Los calentadores eléctricos de garaje son seguros de usar, pero los calentadores a gas pueden ser peligrosos. Incluso con las características de seguridad más nuevas, los calentadores de gas pueden causar químicos peligrosos en un garaje.

La mayoría de los propietarios prefieren usar calentadores portátiles en garajes. Las unidades eléctricas proporcionan calefacción segura, pero su funcionamiento cuesta más, lo que hace que el gas natural sea la opción preferida para las personas que pasan mucho tiempo en sus garajes. Sin embargo, el costo de instalar ventilación hace que muchos consideren los calentadores de gas sin ventilación.

Las técnicas de combustión más nuevas y eficientes permiten a los calentadores quemar gas natural mientras producen solo cantidades mínimas de sustancias químicas peligrosas. Como resultado, algunas unidades dicen ser seguras para uso en interiores. Sin embargo, los problemas con el calentador pueden hacer que el proceso de combustión sea menos eficiente, lo que puede conducir a la acumulación de monóxido de carbono. La instalación de un detector de monóxido de carbono puede proporcionar una advertencia si la unidad no funciona correctamente.

Los calentadores más nuevos y sin ventilación típicamente tienen una protección que detecta si se está generando monóxido de carbono. Si bien estos calentadores son más seguros que los calentadores antiguos, solo detectan la formación de monóxido de carbono debido a una combustión ineficiente. Quemar partículas en el aire también puede crear monóxido de carbono, y las personas que trabajan en garajes polvorientos o en garajes con aserrín que flotan alrededor deben tener cuidado.

Ciertos tipos de calentadores de garaje tienen características de seguridad integradas, como el apagado automático cuando se golpea o una luz de advertencia de sobrecalentamiento. Durante el uso diario, es importante mantener el calefactor de un garaje en funcionamiento solo cuando haya alguien en la habitación. Se debe colocar un calentador de garaje portátil en una superficie estable para reducir las posibilidades de que se caiga. Los materiales inflamables, como el papel y la pintura, también deben colocarse lejos del calefactor del garaje para evitar incendios accidentales.