La lejía es útil para limpiar los lavaplatos que tienen moho en el interior, siempre que no haya acero inoxidable presente. La lejía interactúa negativamente con el acero inoxidable, manchando e incluso oxidando la superficie.
Una forma de usar la lejía para limpiar un lavaplatos es llenando una taza con la lejía. Los propietarios de los electrodomésticos pueden colocar la taza de lejía en la rejilla superior del lavaplatos y ponerla en su posición más alta.
Otro método para usar la lejía para limpiar un lavaplatos es verter una taza de lejía en el fondo de la cubeta y hacer funcionar la lavadora de platos en su ciclo completo.
En general, la lejía solo es necesaria para eliminar el moho persistente. En lugar de lejía, el vinagre blanco es el limpiador típico. Los propietarios de electrodomésticos pueden colocar una taza de vinagre blanco en la rejilla superior y poner en funcionamiento el lavavajillas en el ciclo de calor. Otra opción es rociar una taza de bicarbonato de sodio en el fondo de la cubeta y poner en funcionamiento el lavaplatos. Alternativamente, coloque un paquete de limonada sin azúcar en la taza de jabón y ejecute un ciclo completo. Las tres opciones limpian y refrescan el interior del aparato. También son seguros de usar con lavavajillas de acero inoxidable.
Antes de poner en funcionamiento el lavavajillas con lejía, vinagre blanco u otra sustancia de limpieza, retire los residuos alrededor del desagüe. Use un cepillo suave para fregar el brazo rociador.