La suavidad de una sábana de cama está determinada por su número de hilos: cuanto mayor sea el recuento de hilos, más suave será la hoja. Por lo tanto, un estilo o nombre de hoja no es necesariamente más blando que los otros.
Una cuenta de hilos de 200 actúa como un punto de referencia típico, lo que indica que una sábana es bastante suave, mientras que una cuenta de 300 indica que la hoja es aún más suave. El algodón egipcio del valle del río Nilo crea sábanas muy suaves y flexibles. Los hilos en las hojas de percal están tejidos muy bien y crean una hoja de textura fina. Las hojas de satén son brillantes, lujosas y muy duraderas.