Para cuidar de un árbol de hoja perenne moribundo, determine la causa del problema y tome medidas para solucionar el problema utilizando el método apropiado. Según Alberta Agriculture and Rural Development, los árboles de hoja perenne pueden ser dañados por las heladas extremas, las sequías, los hongos, las bacterias, las plagas o el rocío de sal de las carreteras.
Los árboles de hoja perenne que están dañados por el clima frío del invierno pueden tener puntas marrones. La Universidad de Minnesota afirma que los árboles de hoja perenne dañados por el clima frío pueden ser podados para estimular un nuevo crecimiento saludable. El riego adecuado antes de la primera congelación invernal funciona para prevenir algunos daños causados por inviernos fríos. La Universidad de Minnesota recomienda regar árboles de hoja perenne hasta la primera helada. Después de la helada, el riego puede causar daños en la raíz.
Los arbustos de hoja perenne que parecen estar muriendo pueden beneficiarse de las aplicaciones regulares de riego y fertilizantes. El fertilizante debe usarse de acuerdo con las instrucciones del paquete. Garden Guides recomienda regar los arbustos semanalmente o quincenalmente para evitar daños por sequía. Demasiada agua o demasiado fertilizante también pueden causar la muerte de los árboles de hoja perenne.
Revise las raíces en busca de agua estancada y use un mantillo natural, como las virutas de cedro, para promover sistemas de raíces saludables en arbustos de hoja perenne. Los signos de una infección por hongos o bacterias incluyen crecimientos en las plantas, manchas marrones en hojas de hoja perenne y pérdida de agujas en los pinos. Si el problema parece ser fúngico o bacteriano, elimine cualquier rama que tenga daño visible y trate el árbol de hoja perenne con un fungicida comercial según sea necesario. Las plagas se pueden eliminar con un pesticida comercial.