Los romanos fueron los primeros en celebrar el año nuevo el 1 de enero de 153 a. C. en Roma. La primera celebración registrada del nuevo año es alrededor del año 2000 a. C., en Mesopotamia. Esto tuvo lugar en el momento del equinoccio vernal, que es equivalente al período de mediados de marzo del calendario actual.
A pesar de la introducción del año nuevo de enero en 153 a. C., no siempre se observó ampliamente, y muchos de ellos aún participaron en las celebraciones de año nuevo de marzo que los romanos habían instituido anteriormente. Esto continuó hasta que los decretos julianos de 46 a. C., que instituyeron un calendario diferente y más preciso y confirmaron la fecha del 1 de enero como oficial.
