Muchos modelos de lavavajillas Kenmore sufren roturas en el panel de control y en el brazo de ajuste de la parrilla superior, afirma Consumer Reports. Algunos consumidores reportan problemas de fugas en la bomba durante el primer año de uso. Además, secar artículos de plástico con estas máquinas toma mucho tiempo, y algunos lavaplatos Kenmore utilizan cantidades más altas de agua y son ruidosas.
Los paneles de control del lavavajillas de Kenmore pueden dejar de funcionar sin motivo aparente, lo que obliga a los usuarios a restablecer el panel electrónico diariamente para que la máquina funcione. El conjunto de plástico interior se desgasta fácilmente, incluso sin ningún impacto mecánico de los utensilios. Los consumidores informan que el dispensador de jabón puede obstruirse fácilmente, incluso sin cambiar los productos de jabón. Cerrar la puerta del lavavajillas también puede ser problemático después de un corto período de tiempo.
Las abrazaderas de manguera utilizadas en los lavaplatos Kenmore se aflojan rápidamente, lo que provoca fugas. Además, una rejilla de ventilación en el lado de algunos modelos de lavavajillas libera vapor, lo que puede destruir la pintura de la pared. Aunque están destinados a permanecer libres de óxido, algunos usuarios informan que los lavavajillas de acero inoxidable de Kenmore comienzan a oxidarse en unos pocos meses de uso, incluso después de ser reemplazados.
Los costos de instalación del lavavajillas Kenmore son altos. Un tercero instala los lavaplatos y puede llevar mucho tiempo resolver los problemas del cliente. Del mismo modo, los clientes informan técnicos de reparación que no se apegan a la hora programada. Según algunos consumidores, Sears, el propietario de Kenmore, brinda un servicio deficiente al cliente e ignora a los clientes insatisfechos.
