Según Good Housekeeping, las sábanas deben lavarse cada dos semanas como mínimo. Si uno suda por la noche, entonces las sábanas deben lavarse semanalmente. Las almohadas y los edredones deben lavarse dos o tres veces al año.
Una forma fácil de recordar cuándo lavar almohadas y edredones es hacerlo cuando cambian las estaciones. Si alguien ha estado enfermo, toda la ropa de cama debe lavarse lo antes posible. Lavar las sábanas con demasiada frecuencia puede acortar su vida útil. Las toallas de baño deben lavarse después de tres o cuatro usos y colgarse para secarse entre usos.