Para eliminar la mayoría de las manchas de seda, todo lo que necesita es una esponja, jabón de leche, vinagre y agua. Secar la seda con agua tibia o aplicar vinagre diluido con una esponja elimina la mayoría de los alimentos, la transpiración y las manchas de desodorantes.
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Prueba la seda para la firmeza del color
Antes de intentar quitar las manchas de la seda, pruebe el color de la tela aplicando agua o vinagre diluido en un área que no esté visible la mayor parte del tiempo. Si el color se altera o se corre, lleve la prenda a una tintorería profesional en lugar de tratarla por manchas.
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Sumergir la seda en jabón suave y agua
Llene una tina o fregadero con agua tibia y agregue unas gotas de jabón suave o champú. Revuelva el agua hasta que forme una espuma, luego sumerja la tela, dejándola en remojo por hasta cinco minutos.
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Frote ligeramente las manchas
Con los dedos o una esponja suave, frote las áreas manchadas ligeramente. No frote la tela, ya que es probable que dañe las delicadas fibras de la seda.
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Cambia el agua y agrega vinagre
Después de drenar el agua tibia, llene la tina o el fregadero con agua fría y agregue 1/4 taza de vinagre blanco para enjuagar la seda. Esto elimina el jabón residual, suaviza la tela y restaura su brillo.
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Realizar un segundo enjuague
Drene el fregadero o la tina, luego agregue agua fresca y fría. Gire suavemente la tela en el agua para eliminar cualquier rastro de jabón o vinagre.
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Secar la tela
Una vez que retire la seda del agua de enjuague final, extiéndala sobre una toalla, luego enróllela y ejerza presión para eliminar el exceso de agua de la tela. Coloque la seda en otra toalla seca y deje que se seque.