Una forma de quitar una baldosa es cubrirla con una toalla y romperla con un martillo. Use un raspador manual para raspar las partículas rotas y limpie el área. Necesitas un martillo, un raspador, una toalla, una escoba y una linterna para completar esta tarea.
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Rompe el azulejo
Cubre el azulejo con una toalla para evitar que los fragmentos se levanten. Usando un martillo, golpee el azulejo a través de la toalla para romper el azulejo en pedazos. Aplique varios golpes para asegurar que todas las partes de la baldosa estén rotas. Quite la toalla ocasionalmente para verificar el estado de la baldosa a medida que avanza.
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Raspe el azulejo y limpie la superficie.
Una vez que el azulejo se haya roto adecuadamente, retire la toalla y use un raspador para raspar el azulejo roto para eliminar las piezas restantes y el adhesivo para el piso. Barrer las piezas de azulejos con una escoba. Puede usar un raspador eléctrico en lugar de un raspador manual.
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Compruebe si hay golpes
Encienda la linterna, mantenga la luz paralela a la superficie y busque las sombras proyectadas por los golpes. Raspe las protuberancias y vuelva a barrer la superficie. Si es necesario, rellene cualquier gubia para que la superficie quede lisa.