Los ventiladores que funcionan con energía solar utilizan un panel solar para generar la electricidad necesaria para hacer girar el motor del ventilador. Una aplicación común es la ventilación del ático. Debido a que el panel solar proporciona la mayor cantidad de energía cuando el sol está más caliente, el ventilador mueve más aire en el momento de mayor necesidad.
Los paneles solares consisten en células fotovoltaicas. Cuando la luz incide en el panel solar, obliga a los electrones a moverse a través de un circuito, creando energía eléctrica. Cada célula fotovoltaica consta de dos capas, que tienen cargas positivas y negativas como un imán. Luego, el fabricante une suficientes celdas para producir un panel lo suficientemente grande como para proporcionar la energía para encender el ventilador.
Los propietarios de viviendas a menudo prefieren usar ventiladores solares para el espacio del ático porque no hay necesidad de agregar cables eléctricos para alimentar el ventilador. En su lugar, el panel solar proporciona aproximadamente 10 voltios para operar el motor y girar la pala del ventilador. Debido a que la instalación se realiza en el techo, muchas casas brindan la luz solar sin obstrucciones que el ventilador necesita para operar. Como el sol es la razón principal para la acumulación de calor en el ático, el hecho de que los ventiladores no funcionen durante la noche no es un problema. En las aplicaciones en las que el ventilador debe continuar girando después de oscurecer, los fabricantes agregan una batería para almacenar la electricidad producida por el panel solar.