Países como China censuran Internet mediante la inclusión en listas negras de sitios web y presionan a los proveedores de servicios de Internet para que filtren y eliminen el contenido censurable. Nivel de DNS, lo que impide que los usuarios de la Web puedan acceder a páginas prohibidas. También analiza con regularidad los tableros de mensajes en busca de palabras y frases prohibidas, lo que obliga a los ISP a eliminar cualquier publicación prohibida.
La censura de Internet es difícil, porque los protocolos de Internet están diseñados para permitir que los datos se enruten alrededor de los bloqueos y las interrupciones. La única forma en que países como China pueden lograr la censura de Internet es a través del control autoritario de las compañías que proporcionan servicios de Internet. Los ISP son conscientes de que el hecho de no bloquear el contenido de la lista negra puede dar lugar a sanciones severas y otros tipos de sanciones. Los usuarios también son conscientes de las sanciones que pueden enfrentar por ver contenido prohibido, creando una atmósfera de autocensura.
Se utilizan técnicas similares en los programas de software de control parental, aunque estos se instalan voluntariamente. En lugar de bloquear sitios web a nivel de ISP, estos programas redirigen las solicitudes salientes a sitios y contenido potencialmente cuestionables. Los programas pueden filtrarse por palabra clave o pueden depender de una lista central de sitios considerados inadecuados para usuarios jóvenes.