Un ostinato melódico es un patrón de notas, ritmos o movimientos que se repite persistentemente en una pieza musical. El ostinato acompaña a la melodía. La palabra proviene del italiano como "testarudo", y típicamente se pluraliza como ostinati.
Un ostinato melódico proporciona una pieza musical con textura polimórfica. El ostinato es una voz melódica que se realiza con otra melodía. De esa manera, es similar a las contra-melodías, las canciones asociadas y las rondas. Sin embargo, el ostinato melódico consiste en repetir patrones de notas, generalmente en el mismo tono.
Tradicionalmente, los ostinati consisten en una repetición exacta. Sin embargo, en el uso moderno del dispositivo, la variación y el desarrollo son aceptables. Por ejemplo, una línea dentro del ostinato se puede cambiar para que se ajuste a las armonías y teclas alteradas.
El ostinato melódico es una pieza central de la música improvisada, especialmente el jazz y el rock. También es común en la música africana, boogie-woogie y Gnawa. Una famosa pieza de música clásica con ostinato melódico es "Bolero" de Maurice Ravel. Otras obras clásicas famosas con ostinati incluyen la introducción de Igor Stravinsky a "El rito de la primavera" y el final de la segunda escena en "El matrimonio de Fígaro" de Wolfgang Amadeus Mozart.
En la música clásica del siglo XX, los compositores a menudo usaban ostinati para estabilizar el tono en diferentes grupos. Por ejemplo, un tipo de ostinato es el crescendo de Rossini. En este uso, el crescendo subraya el patrón de repetición de las notas. Otro ejemplo es usar el contrabajo como un acompañamiento rítmico repetitivo al tema melódico de una pieza.