¿Por qué usamos combustibles fósiles?

Los combustibles fósiles se utilizan porque son abundantes y fáciles de usar. Hacen posible la vida moderna y el desarrollo y la tecnología. Los subproductos de combustibles fósiles se utilizan para producir electricidad y fabricar medicamentos, fibras sintéticas, plásticos y cosméticos.

Los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, son las principales fuentes de combustible para generar electricidad y vapor y para impulsar las instalaciones de transporte. Sin los combustibles fósiles, el descubrimiento de las fuentes de energía renovables no habría sido posible.

Los combustibles fósiles son materia orgánica de la flora y fauna en descomposición que se expuso a un inmenso calor y presión hace millones de años. El carbón se puede utilizar en su forma natural, mientras que el petróleo y las reservas naturales se queman y procesan. Durante la Revolución Industrial, los combustibles fósiles se consideraron fuentes de energía ideales debido al suministro aparentemente inagotable de carbón y petróleo. El carbón desplazó fácilmente la leña como la principal fuente de calor y combustible. El petróleo sigue siendo uno de los combustibles fósiles más útiles, con más de 6.000 productos fabricados a partir de residuos de petróleo derivados. El queroseno fue originalmente el principal producto de petróleo utilizado para la iluminación y la calefacción, pero eso cambió a mediados del siglo XIX. Petrol, uno de los principales derivados del petróleo, suministra alrededor del 80 por ciento de la demanda mundial de combustible para sistemas de transporte, como barcos, aviones, vehículos motorizados y ferrocarriles.