La tecnología afecta la música al cambiar la forma en que la música se hace, distribuye y experimenta subjetivamente por el oyente. El software de grabación en el hogar e Internet permiten a los artistas llegar a audiencias mundiales sin contratos de grabación. A medida que avanza la tecnología, los ingenieros amateurs y profesionales utilizan nuevas herramientas para dar forma al sonido de la música grabada.
Gracias a las computadoras personales cada vez más potentes, la gente común puede grabar canciones ingeniosas y de sonido profesional por su cuenta. De hecho, el rápido desarrollo de la grabación en casa ha ayudado a que muchos estudios de grabación tradicionales dejen de funcionar.
El muestreo es otra tecnología digital que ha tenido un tremendo impacto en la música. A partir de la década de 1980, los artistas probaron trozos y piezas de grabaciones preexistentes e incorporaron estas piezas en nuevas canciones. Los teclados digitales de vanguardia ahora usan muestras para proporcionar a los jugadores sonidos que son extremadamente auténticos. El muestreo se ha vuelto tan sofisticado que ahora es difícil para los oyentes diferenciar orquestas muestreadas de grabaciones orquestales de la vida real.
A medida que la tecnología mejora, cada vez más ingenieros de grabación utilizan herramientas como la ecualización y la compresión para reducir aún más el rango dinámico de las grabaciones. En otras palabras, las secciones silenciosas se vuelven más fuertes y las secciones fuertes se atenúan. Típicamente, las canciones altamente comprimidas suenan subjetivamente más alto para los oyentes. Aunque algunos creen que la compresión hace que las canciones suenen más contundentes, otros se lamentan de las grabaciones de éxitos modernos por ser simples o carentes de dinámica.